Hosteria de Arnuero Hostal

Reseña de un crítico de hotel

Este majestuoso edificio del siglo XVIII, restaurado con un gusto exquisito, me recibió con un estilo romántico que invocaba la esencia de tiempos pasados, perfecto para disfrutar de una escapada de fin de semana con amigos. Las habitaciones son acogedoras, con hermosos suelos de madera y techos inclinados, y lo mejor fue despertar cada mañana con un desayuno casero que combinaba productos frescos y repostería hecha en casa—¡una verdadera delicia! El personal fue tan atento y amable que nos sentimos como en familia. Además, el jardín, donde se alzan impresionantes castaños de indias, es el lugar ideal para relajarse después de explorar los hermosos paisajes de la Reserva Natural de Marismas de Santoña, que merece la pena recorrer tanto a pie como en bicicleta. Y si buscas un ambiente sin ruidos para descansar del bullicio diario, aquí lo encontrarás. ¡Definitivamente un lugar al que me encantaría volver!